Durante el gobierno de Juan Domingo Perón se pasó a denominar “Día de la hispanidad” para más tarde volver a su denominación de “Día de la raza”.
En el año 2010, el gobierno de Cristina Kirchner modifico su nombre por el “Día del respeto a la diversidad cultural”, considerando que el concepto de “raza” era obsoleto y que era hora de dejar de festejar un acto de colonialismo. Otros países fueron más allá, como Bolivia, que lo renombró como “Día de la descolonización” o la Venezuela de Chávez, con su “Día de la resistencia indígena”.
Pero este 12 de octubre de 2024 fue distinto, no solo que mi querido club Atlanta de villa crespo cumplió 120 años de existencia, sino que un hecho opacó tamaña efeméride, y es que el gobierno nacional decidió emitir una comunicación más que polémica.
Por un lado, se restableció el nombre de “Día de la raza”, en el marco de una constante cruzada contra lo que ellos denominan como progresismo y parte de su “batalla cultural”. Además, se realizó un video de escasos recursos audiovisuales pero con un mensaje muy fuerte, señalando la llegada de Colón al continente más tarde llamado América como:
«un hito que marcó el inicio de la civilización en el continente americano”
Es decir, que según esta lectura, antes de su llegada NO había civilización alguna en estas tierras. Algo difícil por no decir imposible de sostener. El vídeo concluye con imágenes que uno puede encontrar rápidamente googleando “conquista de América” y palabras celebratorias de la llegada de Colón y de la posterior colonización.
¿Es acaso el problema considerar que Europa ha sido cuna de grandes invenciones, desarrollos e ideas? No.
¿Tiene sentido construir una imagen idílica de las sociedades precolombinas, omitiendo que existían las desigualdades, las guerras, en algunos casos la esclavitud entre los pueblos indígenas? No.
¿Alguien desea negar la importancia histórica de un hecho como la conquista de América, un verdadero parteaguas de la historia global humana? No.
No, no y no. Son todas discusiones válidas.
Lo que no nos podemos permitir como país latinoamericano es festejar el colonialismo, porque si hay un territorio que sabe de colonialismo somos nosotros. Argentina nace justamente como un
bastión contra la dominación colonial, un grito de libertad en un continente oprimido.
Si realmente queremos ser una nación, tenemos que ser una independiente y soberana, es decir, sin interferencia de poderes extranjeros. Por eso es importante defender nuestras universidades, nuestra ciencia, nuestras instituciones, nuestra economía, nuestros recursos y nuestro territorio.
Algunos dirán que es solo un vídeo y unas pocas palabras. Pero para mí es un festejo de los que realmente están haciendo las tareas necesarias para que esta patria vuelva a ser una colonia, porque nos regalan a los de afuera y destruyen nuestras herramientas.
Porque una nación no es solo un nombre y un par de colores.
Ya lo dijo Evita: “La patria dejara de ser colonia o la bandera flameará sobre sus ruinas.”